“Éste es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que les anunciamos a
ustedes: que Dios es luz y que en él no hay ninguna oscuridad” - 1 Juan 1:5
(DHH)
La
verdadera iluminación es el estado de andar en conformidad con el que es la
fuente de la genuina iluminación, es decir: Dios. “Dios es Luz”, también es el
creador de la vida, la tierra, y el cielo, es la fuente y el origen de la luz,
que subsiste de sí mismo. Entonces Dios dijo: “‘¡Que haya luz!’ Y hubo luz” (Génesis 1:3). En Él radica el
principio de todas las cosas y también su fin.
Solo
en esta luz se encuentra el poder capaz de iluminar con claridad la vida y el
pensamiento humano, “porque en ti está la
fuente de la vida y en tu luz
podemos ver la luz” (Salmo
36:9). Solo el inventor de la vida puede conocer todas
las cosas respecto a su creación. Él otorga la sabiduría que proviene de la
verdad que no da lugar a ambigüedades. “Da
a conocer los secretos más ocultos y saca a la luz las cosas más oscuras” (Job 12:22). En Él no habita la
confusión, ni la oscuridad. Hay solo un camino de entendimiento y seguridad que proviene de la fuente de la verdadera iluminación.
Su
luz es el reflejo de su naturaleza donde no subsisten las tinieblas. El pecado
que es todo aquello que contradice sus principios divinos se describen en
su palabra, en la biblia. No da lugar a la autonomía del hombre,
porque fuimos creados para cohabitar con la luz. El único modo de lograrlo es
mantener un apego incondicional a Él, en obediencia y fe. “Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen
de acuerdo con la voluntad de Dios”
(Juan 3:21).
“El espíritu que Dios
ha dado al hombre es luz que alumbra
lo más profundo de su ser” (Proverbios 20:27). Libera al espíritu del temor, la ignorancia,
la insatisfacción, el sinsentido y todo aquello que aprisiona el corazón del
hombre. Dando certeza y redimiéndolo de
preceptos filosóficos engañosos, que no iluminan si no que ciegan el
entendimiento y el espíritu a la verdad absoluta del único camino a la
realización y felicidad eterna “Jesucristo”. “Pues como ellos no creen, el dios de este mundo los ha hecho ciegos de
entendimiento, para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios” (2
Corintios 4:4).
Solo
el practicar la verdadera luz nos puede guiar a experimentar la libertad, la
plenitud, y encontrar el verdadero sentido de la vida. Jesucristo es la Luz que
Dios envió al mundo para sacarlo de la oscuridad. “Yo soy
la luz del mundo; el que me sigue,
tendrá la luz que le da vida, y
nunca andará en la oscuridad” (Juan 8:12). Y en Él está la sabiduría y la
verdad del mundo material y el venidero.
“Allí no habrá noche, y los que allí vivan no
necesitarán luz de lámpara ni luz del sol, porque Dios el Señor les
dará su luz, y ellos reinarán por
todos los siglos” (Apocalipsis 22:5).
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